El Gobierno Nacional radicó ante el Congreso de la República el proyecto de ley de reforma tributaria que busca un recaudo de $22 billones, para financiar el gasto social.
La radicación se da tras casi dos meses de discusiones y socializaciones realizadas en distintas partes del país. En el caso de los impuestos saludables, se mantiene el impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados con algunas modificaciones.
El documento señala que, «entre los principales cambios frente a la propuesta original, sobresalen las modificaciones a los impuestos a los dividendos y a las ganancias ocasionales, la disminución de los umbrales del gramaje de azúcar de las bebidas azucaradas y la reducción del listado de los ultraprocesados, entre otros».
El documento contiene 364 páginas, con 96 artículos, dentro de las que se mantienen los impuestos a la renta de personas naturales, dividendos, renta para personas jurídicas donde quedó incluida el aumento en la tarifa para empresas del sector de hidrocarburos, la tarifa del impuesto sobre la renta para zonas francas será del 20%.
También se mantiene el el impuesto al patrimonio, y impuesto a las ganancias ocasionales si se superan los 3.250 Unidad de Valor Tributario (UVT), es decir $123.513.000.
Frente a los impuestos ambientales, se mantiene el impuesto nacional al carbono y a los plásticos de un solo uso.
Se mantienen los mecanismos contra la evasión y la elusión tributaria que según el gobierno prevé un recaudo de $25 billones adicionales de aquí al final de los 4 años.
Cabe resaltar que de esos 96 artículos que contiene el proyecto 21 fueron eliminados, dentro de esos se encontraba el que buscaba que el país tuviera dos días sin IVA en el año con productos nacionales, que fue tumbado junto con el que se pretendía imponer al sector de los hidrocarburos un impuesto al petróleo y al carbón.