El desplazamiento fue denunciado por el gobernador del pueblo Kogui, Atanasio Moscote, quien junto a otras autoridades indígenas fueron intimidados por un grupo armado que llegó al resguardo ubicado en cercanías al corregimiento de Palmor de la Sierra, jurisdicción del municipio de Ciénaga.
Una vez se presentó el éxodo de los líderes del pueblo ancestral, Moscote denunció las amenazas a la Fiscalía General de la Nación y expuso el riesgo que corren a la Defensoría del Pueblo. Comentó el cabildo, que los sujetos se acercaron encapuchados, lanzando improperios y preguntando por 3 personas en particular.
“Un grupo de 8 a 10 personas con armas cortas, llegaron al lugar donde estábamos reunidos y preguntaron directamente por los nombres de algunas personas: Atanasio, Juan y Andrés que hacemos parte del cabildo y nadie entregó información a pesar de que a uno de los compañeros le apuntaron con un arma” señaló Atanasio Moscote.
El representante de la comunidad en el Magdalena también precisó «nos dijeron que saliéramos de la comunidad y a la medianoche corrimos del lugar en el que estábamos reunidos y en la madrugada llegamos a Palmor a poner las respectivas denuncias”.
De acuerdo con el relato de los hechos, los individuos no se identificaron como miembros de alguna estructura delincuencial, ni tampoco usaban uniformes o prendas de uso privativo de las fuerzas armadas, atuendos regularmente utilizado por la subversión.
“Ellos solamente entraron y dieron a entender que buscaban a esas tres personas para sacarlos y según ellos solucionar este problema, frase que se refiere a asesinarlos. Solicitamos a las autoridades competentes que nos brinden la seguridad que necesitamos y que el derecho a la no repetición de verdad sea garantizado en los sectores indígenas” concluyó Moscote.