«Nicolás Maduro es un dictador, un usurpador con todas las de la ley, con todas las letras en mayúsculas», manifestó Almagro en una rueda de prensa previa a la inauguración de la 49 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la ciudad colombiana de Medellín.
La crisis de Venezuela es uno de los asuntos centrales de la cita de la OEA que se celebrará hasta el próximo viernes en Medellín.
Al continuar su descripción de Maduro, Almagro lo definió como «alguien que es responsable de crímenes de lesa humanidad, de torturar, de tener presos políticos, de detenciones arbitrarias, de ejecuciones extrajudiciales, de asesinatos de manifestantes, de la más profunda crisis humanitaria que ha tenido un país en este hemisferio, de la peor crisis migratoria de este hemisferio».
«Definitivamente esto es una acción deliberada represora y opresora sobre un pueblo al cual se le han avasallado todos sus derechos y se le ha quitado el apoyo de las instituciones como para garantizar sus libertades fundamentales», agregó.
La crisis política, económica y social de Venezuela es uno de los asuntos centrales de la cita de la OEA que se celebrará hasta el próximo viernes en Medellín.
Almagro descartó que la crisis en Venezuela pueda deberse a «errores» cometidos por el mandatario, y afirmó: «no podemos pensar en la buena fe de Nicolás Maduro, no podemos pensar que tiene procesos mentales en los que está inadvertido de la situación del país».
«Definitivamente es directamente responsable de las acciones que han llevado al país a este punto», sentenció.
A pesar de la dureza de sus críticas, el secretario general de la OEA rechazó la posibilidad de una intervención militar en Venezuela para deponer a Maduro y defendió la vía diplomática como medio de presión en su contra.
«La intervención militar es un concepto ilegal en el derecho internacional. Nadie puede estar por ahí invadiendo otros países», enfatizó.
Según dijo Almagro, «para salir de las dictaduras del siglo XXI no hay una fórmula mágica, no hay una bala de plata», y por eso insistió en la diplomacia.
En ese sentido recordó que la OEA ha emitido cuatro resoluciones sobre Venezuela en los últimos dos años.
La primera fue en abril de 2017 por la «alteración del orden constitucional», la segunda por la «ilegitimidad» de las elecciones del 20 de mayo de 2018, y la tercera, de enero de este año, por la «ilegitimidad» del Gobierno de Maduro.
La más reciente, de abril pasado, en la que se reconoció a Gustavo Tarre, como representante en la OEA del presidente del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, reconocido como mandatario «interino» de Venezuela por más de medio centenar de países.
Eso no significa que la representación de Guaidó ocupe el escaño de Venezuela en la OEA, tarea que, añadió Almagro, espera que siga su curso para que Tarre sea aceptado como embajador ante todas las instancias del organismo continental.