La sala disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación, en una segunda instancia ordenó el reintegro al cargo del capitán de la Policía Eduardo Merchán Prieto, quien es investigado por el delito de acceso carnal agravado a una teniente de la institución. El Ministerio Público había suspendido a Merchán el pasado 6 de febrero, considerando que el oficial podía presionar o influir en la investigación, medida que fue prorrogada el 25 de abril de este año.
La Procuraduría consideró que no existe riesgo de interferencia u obstrucción del procesado en la práctica de pruebas, señalando que “no concurren elementos de juicio serios y razonados que permitan evidenciar que mientras se surte el trámite del recurso de apelación en contra de la decisión que definió la responsabilidad del servidor, haya riesgo frente a una posible obstrucción de la decisión”.
El capitán Merchán antes de su suspensión se venía desempeñando como comandante del distrito en el municipio de Curumaní, Cesar, a donde deberá presentarse por orden del Ministerio Público, dicha decisión deberá presentársele a la Dirección General de la Policía para el reintegro del uniformado.
“Seguimos insistiendo que las garantías son mínimas a lo largo de este proceso, de hecho, la sola decisión de reintegrar al capitán se basa en el argumento que él no representaba en la actualidad un peligro para la práctica probatoria, que él pudiera entorpecer o interferir en ella, argumento que siempre solicitó la defensa para decretar el reintegro del oficial y la absoluta ilegalidad en esa decisión de separarlo del cargo”, manifestó Jean Carlos Martínez abogado de Merchán Prieto.
“No obstante, ya esa decisión había subido en dos oportunidades a esa misma sala disciplinaria y había tenido un criterio distinto” agregó.
Por otra parte, se espera la segunda instancia en la que se confirmaría o se revocaría la destitución e inhabilidad por 14 años que impuso la Procuraduría inicialmente al oficial por este mismo caso.
El proceso contra el capitán Eduardo Merchán surgió tras ser denunciado por la teniente de la Policía Kelly Johana Sierra el pasado 24 de noviembre de 2018, en donde el examen forense practicado a la uniformada dictamina: “la teniente sufrió un total de 15 lesiones en miembros superiores e inferiores producidas por un forcejeo, descartando una relación sexual consentida”, concordando con su declaración ante el Ministerio Público.