Lo que se sabe hasta el momento es solo la punta de iceberg de un caso de corrupción que tiene por escenario la Guajira. En medio de esto, se habría robado no solo los carrotanques, sino también las ollas comunitarias, incumplieron con las soluciones para llevar el agua y arreglar las plantas potabilizadoras, pagaron coimas y premiaron a congresistas con cargos en el ICBF y Prosperidad Social.
20.400 millones de pesos es la cifra clave a tener en cuenta. Ese es el valor de un contrato para ollas comunitarias en el municipio de Albania, uno de los municipios más pequeños de la Guajira. Se trata de un dinero que habría sido desviado para asuntos electorales para las campañas, entre otros, de la alcaldesa Nera Robles, avalada por el partido Maís, especialmente por la congresista del Pacto Histórico, Martha Peralta y el representante conservador, Juan Loreto Gómez.
Las alarmas alrededor de este caso empezaron a prenderse desde septiembre cuando ni las manipuladoras, ni los proveedores, recibieron sus pagos.
El contratista de este proyecto se llama Jorge Martelo, expresentante a la Cámara, empresario y ganadero cercano al grupo de Albania, de Nera Robles. Según López, los contratistas de las ollas fueron seleccionadas por Luis Gómez, el gerente del proyecto de las ollas, nombrado por el gobierno de Gustavo Petro, a quien como a Martha Peralta empezaron a sacar del círculo cercano a palacio este fin de semana.
La pregunta ahora es si las ollas comunitarias eran un proyecto para todo el país, ¿Fue privilegiada la Guajira o específicamente el municipio de Albania?
En total eran 1114 ollas para todo el país. De esas 470 fueron destinadas para la Guajira por más de 61 mil millones de pesos, es decir, el 39 por ciento del total. Lo curioso, por decir lo menos, es que a Albania le dieran de ese dinero. De los 61 mil millones para La Guajira, a este municipio le dieron el contrato más alto por 20.400 millones de pesos, escogiendo como beneficiaria a la Asociación de Madres Trabajadoras, Asomadoras, a quiénes de hecho no les pagaron.
Sumado a todo este caso, ahora la senadora Martha Peralta deberá aclarar si los nombramientos hechos en los últimos tres meses, de Rodrigo Elias Daza en el ICBF y Karen Gómez en Prosperidad Social, son premios burocráticos que recibe del gobierno.