Culminó la tercera edición del Festival de la Quinta, una apuesta al emprendimiento y al fortalecimiento de la economía en Valledupar. Más de noventa pequeños comerciantes dieron a conocer su potencial en un espacio mágico, histórico y cultural que engalanó el centro histórico de la ciudad durante el fin de semana.
Artesanías, gastronomía, música y una calle llena de historia y color; fue el ambiente perfecto para que cientos de vallenatos acudieran a las diferentes actividades que ofrecía el festival y que se conjugó con la presentación de agrupaciones musicales en vivo y atracciones infantiles.
El festival de la quinta se organiza desde el año 2017 en su epicentro, la carrera 5 del centro histórico de Valledupar. La calle para esos dos días es rodeada de stands en donde los emprendedores buscan un espacio para dar a conocer su empresa y productos en medio de un ambiente familiar y recreativo.
Cristina Zapata una de las organizadoras del evento, destacó la presencia de cientos de personas que les permitió demostrar que en esta ciudad el potencial es grande, además de una agenda musical y cultural para el gusto de todos. “Los emprendedores hicieron un esfuerzo por estar en el festival y los habitantes de Valledupar disfrutaron de los espacios como se esperaba.
Participaron en el festival 14 estands institucionales, 27 de accesorios y bisutería, dos de lácteos, uno de decoración, tres de arte y cultura; belleza, calzados, jardinería y víveres, manualidades y turismo. También diez de gastronomía y dulces. En total fueron 99 distribuidos en distintas actividades.
Los niños también tuvieron un espacio, y es que la Biblioteca Departamental “Rafael Carrillo Lúquez” protagonizó actividades de lectura para los más pequeños. También participaron el Ejército y la Fundación Uraku para la Protección y Conservación de los Recursos Naturales.
“Buscamos que gente se sorprendiera con la experiencia, fue un festival que se vivió y se sintió mucho más. Las marcas y las expresiones artísticas cautivaron a todos. Había que poner en el ojo de afuera que Valledupar es una despensa de empresarios y de gente con muchísimo talento”, explicó Zapata.