La Clínica Universitaria Colombia confirmó este lunes en horas de la madrugada el fallecimiento del reconocido acordeonero vallenato Egidio Cuadrado, uno de los más grandes exponentes del género en Colombia. Según el comunicado oficial emitido por la institución de salud, el músico falleció en sus instalaciones. «Con profundo dolor, la Clínica Universitaria Colombia se permite informar a la opinión pública que ha fallecido en nuestra institución el artista vallenato Egidio Cuadrado», señalaron.
La clínica expresó su solidaridad con la familia del artista y con el país, destacando la pérdida de un icono cultural. «Nos unimos al dolor que embarga a los colombianos por la pérdida de este gran músico… Su legado permanecerá en la memoria de todos aquellos que disfrutaron y admiraron su talento», añadieron.
El mundo de la música vallenata llora la pérdida de Egidio Rafael Cuadrado Hinojosa, uno de los acordeoneros más reconocidos y queridos de Colombia, quien falleció hoy (21 de octubre) a los 71 años, luego de haber sido hospitalizado en la Clínica Colombia por “complicaciones de salud relacionadas con una neumonía”.
El artista, que es reconocido por haber logrado varios éxitos con el cantante Carlos Vives, nació el 26 de febrero de 1953 en Villanueva, La Guajira, un pequeño pueblo que ha producido multiples reyes vallenatos, por lo que desde temprana edad decidió dedicar su vida a la música, dejando una huella imborrable en el folclor colombiano.
En una entrevista que le hizo la Revista Bocas, se cuenta que el músico nació de manera prematura en una situación crítica: su madre, Cristina Hinojosa, padecía de tifo y fiebre alta, por lo que fue necesario practicarle un parto anticipado para salvar su vida. Como consecuencia, Cuadrado tardó en hablar.
«Quizá impresionado por un mundo para el que aún no estaba listo, el pequeño Egidio creció sin hablar. Como en una especie de ensayo de la prestidigitación con la que habría de ganarse la vida, se hacía entender con señas. En medio de su mudez, aprendió a escuchar. Sobre todo la música, que le encantaba», dice la entrevista escrita en 2017.
Su madre fue una figura importante en su vida. Fue ella quien le regaló su primer acordeón de verdad, después de que su hermano mayor, Hugue, lo regañara constantemente por usar el suyo. Así, Egidio comenzó su camino como músico, aprendiendo a tocar el acordeón sin ningún tipo de instrucción formal y sin saber leer partituras, pero con una capacidad innata para escuchar y reproducir lo que oía.
El primer instrumento que tocó fue un acordeón de teclado, con el que no solo interpretaba vallenato, sino también cumbias y rancheras. De hecho, su primera canción no fue un vallenato, sino ‘Así soy yo’, una cumbia de Aniceto Molina y pronto en su vida desarrolló un gusto por las rancheras de Antonio Aguilar y Vicente Fernández.
En 1985, Egidio Cuadrado ganó el Festival de la Leyenda Vallenata, uno de los eventos más importantes para los músicos de este género. Este logro cimentó su carrera, pero su verdadero salto al reconocimiento masivo llegó poco después, cuando conoció a cantante Carlos Vives.
Aunque Vives ya había tenido éxito como actor y cantante de balada y rock, fue Cuadrado quien lo acompañó a explorar los sonidos vallenatos. Su colaboración comenzó en la serie de televisión Escalona, donde Cuadrado fue el encargado de enseñarle a Vives las canciones del emblemático compositor Rafael Escalona.
La relación entre ambos fue más allá de la serie de televisión y juntos, en 1993, revolucionaron el vallenato con el lanzamiento del álbum Clásicos de la Provincia, una propuesta arriesgada que combinaba los sonidos tradicionales del acordeón, la caja y la guacharaca, con elementos de rock, pop y balada.
Aunque en un principio algunos puristas criticaron la idea de fusionar géneros, el disco fue un éxito rotundo, no solo en Colombia, sino a nivel internacional, y marcó un antes y un después en la historia del vallenato.
Desde entonces, Egidio Cuadrado fue una pieza fundamental en la carrera de Carlos Vives y en el éxito de La Provincia, la banda que acompañó al cantante samario en la conquista de escenarios en todo el mundo.
En total, grabaron más de 11 discos juntos y tocaron en casi todos los continentes. Cuadrado incluso ha colaborado con grandes figuras de la música internacional como Gloria Estefan, Julio Iglesias y Kike Santander, llevando el acordeón vallenato a nuevos horizontes.
A pesar de su fama y éxito internacional, Egidio siempre mantuvo una conexión profunda con sus raíces y con el folclor colombiano. Fue conocido por su estilo humilde y su vestimenta característica: las abarcas, las camisas de rayas tipo leñador y la infaltable mochila vacía.
Sin embargo, en cuanto a su salud, no estuvo exento de dificultades. En 2022, una severa gastritis lo mantuvo en cuidados intensivos y lo obligó a ausentarse de conciertos importantes en ciudades como Londres y París, donde fue reemplazado por el también rey vallenato Christian Camilo Peña.
Aunque vivió momentos difíciles, tanto en lo personal como en lo profesional, Cuadrado siempre logró sobreponerse. Dejó una huella en el vallenato no solo por su maestría con el acordeón, sino también por su actitud frente a la vida y la música.
Uno de los episodios más emotivos de su vida fue cuando llevó el trofeo del Festival Vallenato al entonces presidente Belisario Betancur, un gesto que reflejó su visión de llevar el vallenato más allá de las fronteras de su tierra natal.
Por otro lado, su relación con Carlos Vives fue catalogada como un «matrimonio» musical que duró más de 25 años. A lo largo de este tiempo, Cuadrado fue testigo y partícipe de la evolución del vallenato, contribuyendo a su transformación sin perder su esencia.
En palabras de Egidio: “El vallenato no se canta con el pelo”, refiriéndose a las críticas que recibían al principio por el estilo roquero y despreocupado de Vives, y resaltando que lo importante era la calidad de la música y el respeto por los aires tradicionales del género.
Y es que a lo largo de su carrera, Cuadrado tuvo la oportunidad de interpretar canciones que se han convertido en himnos del vallenato moderno, como «La Gota Fría», «Amor Sensible», «Jaime Molina», «La Tierra del Olvido», entre muchas otras. Estos temas han trascendido generaciones y fronteras, ayudando a consolidar esta música como un género de alcance global.
Hoy, a sus 71 años, Egidio Cuadrado deja un legado invaluable. Aunque la edad y los problemas de salud lo habían limitado en algunas ocasiones, su amor por la música permanecía intacto. Como él mismo lo decía, «la música es una profesión que no tiene edad, y seguiré tocando hasta cuando Dios quiera”.