El umbral de las 2.000 muertes por ébola fue superado el viernes en República Democrática del Congo (RDC), asolada por la epidemia, y se registraron 3.000 casos desde agosto de 2018, anunciaron las autoridades sanitarias.
«Desde el comienzo de la epidemia, el cúmulo de casos es 3.004, entre ellos 2.899 confirmados y 105 probables. En total, hubo 2.006 decesos», indica el «comité nacional multisectorial de respuesta» en su boletín con fecha del jueves.
Según esta fuente, «902 personas» fueron igualmente declaradas curadas.
La fiebre hemorrágica del Ébola, altamente contagiosa, provoca la muerte de entre el 25% y el 90% de los enfermos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No existe tratamiento o vacuna comercializado, pero está en estudio.
El virus se transmite por contacto directo con la sangre, las secreciones corporales (sudor, heces, etc.), por vía sexual y por la manipulación sin precaución de cadáveres contaminados.
Declarada el 1 de agosto de 2018, la actual epidemia de ébola en RDC es la décima en suelo congoleño. En 13 meses, ha afectado a tres provincias en el este del país (Kivu del Norte, Ituri, Kivu del Sur).
El viernes, la niña congoleña de nueve años que llegó a Uganda desde RDC y que dio positivo en ébola en controles, falleció, anunció una fuente sanitaria.
En junio, tres miembros de una misma familia murieron en Uganda después de haber contraído el ébola en RDC. Pero a finales de julio, la OMS declaró Uganda libre de la enfermedad, al no haberse registrado ningún otro caso entre tanto.
La epidemia actual es la segunda más importante en la historia de la enfermedad del virus del Ébola, después de la que causó la muerte de casi 11.000 personas en África Occidental (Guinea, Liberia, Sierra Leona) entre 2013 y 2014.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llegará el sábado a RDC para apoyar la respuesta contra el ébola. Visitará Goma y después Beni, importante foco de la epidemia.