Antes de las 7 de la mañana de este viernes todo el personal médico hizo presencia en la entrada del parqueadero del edificio nuevo del Congreso y del Capitolio Nacional para esperar el ingreso de legisladores y funcionarios, con el fin de garantizar las condiciones sanitarias en lo que fue la primera sesión plenaria semipresencial en la historia del Congreso de la República.
Los 6 integrantes del personal sanitario que dispuso la Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes tomaron la temperatura a los congresistas y funcionarios antes del ingreso al Capitolio y aplicaron una encuesta para determinar si alguien presentaba alguna novedad en su estado de salud.
Este mismo procedimiento se repitió antes de ingresar al Salón Elíptico, sitio donde se adelantan las sesiones plenarias de la Corporación.
También para ingresar al Salón Elíptico fue obligatorio uso de tapabocas y otros elementos de desinfección como gel y alcohol. A cada uno de los representantes se les ubicó a una distancia no inferior a 2 metros, como lo dispone la norma de bioseguridad del Ministerio de Salud.
El equipo de salud hace ronda de forma periódica en cada curul con el fin de tomar la temperatura de los congresistas, para advertir algún cambio y de inmediato reaccionar.
«El protocolo de salud se realizó de forma rigurosa, nunca se descuidó ningún detalle y de esta manera garantizamos todas las medidas que permitieron llevar a cabo la histórica primera sesión plenaria semipresencial de la Cámara de Representantes», destacó la directora Administrativa de la Corporación Carolina Carillo.
Además del monitoreo de temperatura constante, también se tomaron frecuencias cardíacas y tensión de congresistas y funcionarios, que entre todos no superaron las 40 personas.