Los hinchas del Palmeiras ignoraron las estrictas medidas de confinamiento impuestas por las autoridades locales para contener el avance de la pandemia del nuevo coronavirus y tomaron las calles de Sao Paulo para celebrar su segundo título en la Copa Libertadores de fútbol.
Desde por la mañana y a pesar de la fuerte presencia de la Policía para evitar aglomeraciones, el tradicional barrio de Pompeia, vecino del estadio Allianz Parque, comenzó a recibir hinchas y el cierre de los establecimientos no impidió que las personas pusiesen en los balcones televisores para los transeúntes.
La céntrica Avenida Paulista, habitual espacio para las manifestaciones populares y celebraciones en la mayor ciudad sudamericana, también se tiñó de verde y las caravanas de automóviles, con banderas y pitos, contrastaron con la fase ‘roja’ del estado de calamidad por la crisis sanitaria.
Antes del comienzo del partido, cerca de una de las estaciones del metro en el sur de la ciudad, se registró un enfrentamiento entre hinchas del Palmeiras y de su tradicional rival Corinthians.
La gresca, que terminó con disparos, provocó la muerte de un hincha del Corinthians y heridas de gravedad en otro seguidor de ese equipo, mientras que 22 personas fueron detenidas por la Policía.