La Cancillería, a través del Consulado en Bangkok, acompaña y está atenta a las investigaciones de las autoridades tailandesas por el asesinato del cirujano Edwin Arrieta Arteaga, crimen que el español Daniel Sancho Bronchalo confesó haber cometido.
“Desde el momento en que el Consulado conoció la situación, se puso a disposición de la familia de la víctima en aras de prestar la asistencia requerida y permanece atento al desarrollo de la investigación realizada por las autoridades tailandesas”, dijo la Cancillería en un comunicado.
Según información preliminar del Consulado colombiano en Bangkok, la Policía investiga el caso con el fin de “determinar las causas de la muerte del connacional Edwin Arrieta Arteaga en la población costera de Koh Pha Ngan”.
Además, el Consulado estableció contacto con las autoridades con el “fin de obtener confirmación sobre las circunstancias que rodearon este acto criminal”.
Igualmente, agradeció el apoyo brindado por la Policía Real Tailandesa en las labores de investigación que permitieron dar con la captura del sospechoso de «este repudiable hecho».
Por último, la Cancillería lamentó “profundamente esta tragedia” y expresó sus condolencias a los familiares y allegados del cirujano asesinado.
Daniel Sancho Bronchalo, hijo del actor Rodolfo Sancho, reconoció hoy en declaraciones a EFE que es culpable del asesinato de su amigo Arrieta.
«Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho», aseguró Sancho durante una conversación frente a sus abogadas de oficio tailandesas y varios agentes en la comisaría de Policía de Koh Phangan, donde está detenido.
Sancho, de 29 años, está bajo custodia policial desde el viernes y se declaró culpable del asesinato y desmembramiento de Arrieta el sábado, si bien no se han presentado aún cargos formales en su contra.
En su declaración, Sancho, que pasará el lunes a disposición judicial en la vecina isla de Koh Samui, negó que tuviera una relación sentimental con la víctima, al que acusó de estar obsesionado con él.
«Él estaba obsesionado conmigo. Me engañó, me hizo creer que lo que quería era hacer negocios conmigo, meter dinero en la empresa de la que soy socio. Que hiciéramos cosas juntos, que fuéramos a México, Chile, Colombia, a abrir un restaurante. Pero era todo mentira. Lo único que quería era a mí, que fuera su novio», señaló Sancho Bronchalo.
Arrieta, de 44 años, era un cirujano oriundo de la población colombiana de Lorica, en el departamento de Córdoba.