El arquitecto Rafael Uribe Noguera declaró, bajo gravedad de juramento, en el juicio que se adelanta en contra de sus hermanos Francisco y Catalina. El caso procede por el presunto encubrimiento del secuestro y asesinato de la niña Yuliana Samboní el 4 de diciembre de 2016 por cuenta suya.
De esta manera, desde la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, Uribe relató que no recuerda bien los hechos del día del homicidio de Yuliana, ya que asegura que recobra el conocimiento por el llamado de sus hermanos, quienes fueron hasta su casa.
“Cuando empiezo a tener memoria, conciencia de lo que está pasando, recuerdo que miro mi celular (…) (en él) tengo cualquier cantidad de llamadas y mensajes, creo que le va algunos y veo que me están buscando afanadamente. Minutos después de recibir tantas llamadas, decido contestar el celular y es mi hermana Catalina, me dice que me está buscando el Gaula, que dónde estoy (…) yo le miento y le digo que estoy en la casa de una amiga. Ella me pregunta que dónde está mi carro y yo digo que está en el parqueadero de Equus 66”.
Así, Uribe Noguera relata que escondió el cuerpo de la niña en el baño del apartamento.
“Alzo el cuerpo de Yuliana y voy y lo escondo (…) antes o después cojo la ropa de ella y la escondo en la cisterna del baño principal del apartamento. Me salgo al balcón del segundo cuarto del apartamento, del cuarto auxiliar (…) piso estaba muy engrasado con aceite y tomo un trapero de la cocina y trato de limpiar”.
Además, Uribe Noguera dice que sus hermanos le pidieron que los dejara entrar en el apartamento.
“Francisco me suplicaba que lo dejara entrar, si no, le iba a tocar subir y se podía matar (…) yo escuchaba a Catalina llorando y pidiéndome que abriera la puerta. Yo salgo al balcón que da sobre la calle 66, estaba pensando en tirarme. Francisco entra por el balcón (y) me empieza a gritar que qué hice con la niña, que si le pasó algo”.
Uribe Noguera dice que su hermano le insiste en preguntarle por el paradero de Yuliana: “Francisco me dijo ‘hijueputa, dónde está la niña. Le dije que no sabía, que cuál niña. Yo después fui cambiando mi versión y le dije que la niña se había bajado en unos puentes de la 65 con Circunvalar. Luego le dije que se había tirado”.
Rafael Uribe Noguera también cuenta que después le dijo a su hermano lo que realmente había pasado con la menor: “Llegando a la Clínica Navarra, yo voy tratando de descifrar qué pudo haber pasado y ahí llego a la conclusión de que la niña está muerta y le digo a Francisco. Él se toma la cabeza y empieza a llorar. Ya en la clínica, Francisco me pregunta que dónde está la niña”.