El Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó al suboficial naval tercero de la Armada de Colombia, Camilo Andrés Córdoba, quien había sido secuestrado el pasado 13 de diciembre en una vía de la zona rural del municipio de Tame, en Arauca.
El militar fue interceptado por guerrilleros del Frente de Guerra Oriental cuando se movilizaba de civil en un bus de servicio público en la carretera que comunica a los caseríos de Puerto Jordán y Santo Domingo. Córdoba estaba disfrutando de sus vacaciones de fin de año.
14 días después del secuestro, esa guerrilla entregó al uniformado a una misión humanitaria conformada por la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica. “Nos alegramos por este suboficial y su familia, que en estos tiempos de Navidad su liberación pueda traer algo de consuelo y esperanza”, señaló Jaime Cristóbal Abril, obispo de la Diócesis de Arauca.
El obispo reiteró su invitación de acudir al diálogo para abrir los espacios que permitan avanzar a la consolidación de la paz que necesita el país, con un verdadero progreso y desarrollo para todos.
Por su parte, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, aseguró que “seguiremos disponiendo de todos nuestros canales humanitarios y nuestra capacidad institucional para facilitar, desde los territorios, el retorno seguro de las personas que se encuentran en poder de grupos armados ilegales, para que puedan volver a estar con sus familias lo más pronto posible”.
El funcionario reiteró el llamado a los grupos armados ilegales para que continúen en el camino de mostrar gestos de paz y acciones que demuestren su voluntad de no continuar con las confrontaciones armadas. La liberación del militar de la Armada se dio en medio de un cese al fuego unilateral que declaró esa guerrilla para Navidad y Fin de Año.
“Nuestro país requiere muestras de paz, como la liberación de todas las personas que se encuentran en poder de los grupos armados ilegales, para que se concrete el avance de los diálogos para la terminación del conflicto armado que viene adelantado el Gobierno Nacional”, concluyó Carlos Camargo.
Por último, las Fuerzas Armadas agradecieron la gestión de la iglesia católica y la Defensoría del Pueblo que permitió la liberación del uniformado. “Iniciaremos los protocolos para la atención de nuestro suboficial y el apoyo a su familia”, indicaron. También advirtieron que el secuestro es una flagrante violación a los DD.HH. e infracción al DIH.