Gregorio Eljach, abogado de 65 años y exsecretario general del Senado, ha asumido el cargo de Procurador General de la Nación en Colombia tras ser postulado por el presidente Gustavo Petro y elegido con el respaldo de más del 92 % de los senadores.
Eljach, que cuenta con una trayectoria de casi cuatro décadas en el ámbito jurídico y político, manifestó su intención de mantener la independencia de la Procuraduría frente a intereses políticos y gubernamentales, al tiempo que buscará fortalecer ciertas áreas de la entidad sin recurrir a reformas estructurales ni al aumento de la burocracia.
En una entrevista con la revista Cambio, el nuevo procurador general explicó que su designación fue resultado de una invitación directa del presidente Petro, que le propuso integrar la terna para el cargo.
Aunque se especuló que el embajador Roy Barreras influyó en la decisión presidencial, Eljach negó conocer esa versión y destacó que su elección respondió a la necesidad de garantizar una elección tranquila y sin tensiones partidistas en el Senado.
«Sí hubo personas que tuvieron la oportunidad de comentarle al presidente que, dentro de las muy variadas y a lo mejor más calificadas opciones que la de este servidor, era mejor esa escogencia en este momento político. El presidente quería también darles a los congresistas la posibilidad de señalar con quién podían adelantar una elección más tranquila, sin las afugias de la afiliación política y de la militancia partidista”, comentó Eljach.
Además, Eljach dejó claro que no planea realizar reformas profundas a la Procuraduría, una institución que, según él, forma parte del “ADN de la democracia colombiana”.
En sus declaraciones a Cambio, el procurador destaco que la entidad, creada en 1830 por Simón Bolívar, ha sido fundamental para el fortalecimiento de las instituciones democráticas del país. Por ello, considera que su misión es preservar y fortalecer su papel, adaptándola a las necesidades actuales.
“Yo no estoy de acuerdo con terminarla. Y, de ser así, no hubiera aceptado la postulación y tampoco la elección del Senado. Tampoco creo que deba ser objeto de muchas reformas dramáticas ni de fondo. Lo que hay es que continuar con el fortalecimiento de ciertas líneas de trabajo que exige la problemática actual. Ese es el papel de la Procuraduría y no estoy de acuerdo ni con quienes desde una orilla ideológica ni desde otra opuesta y contradictoria, terminan confluyendo en algo que no es positivo”, comentó Eljach.
Sin embargo, hizo énfasis en que estos ajustes no implicarán la creación de nuevos cargos. En lugar de ello, propuso reorganizar las funciones de las procuradurías delegadas existentes para optimizar su desempeño. Por ejemplo, sugirió agrupar las funciones relacionadas con temas agrarios, ambientales y minero-energéticos bajo una sola delegada, lo que permitiría un enfoque más eficiente sin aumentar los costos administrativos.
Uno de los retos más importantes que enfrenta Eljach es combatir la corrupción dentro de la propia Procuraduría. El nuevo procurador considera que el ejemplo debe comenzar desde la misma institución. En este sentido, aseguró que actuará con firmeza ante cualquier caso de corrupción interna, siempre respetando el debido proceso y priorizando el bien común.
Eljach también se refirió a la controversia sobre las facultades de la Procuraduría para sancionar a funcionarios de elección popular, un tema que ha generado debates jurídicos en el país.
Según explicó, estas facultades están respaldadas por la jurisprudencia de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, que han establecido un modelo de instrucción y juzgamiento que incluye una revisión judicial por parte del contencioso administrativo.
Gregorio Eljach, nuevo procurador General de la Nación, destacó en su discurso que la independencia de los poderes del Estado debe ser respetada – crédito @SenadoGovCo/X
Este mecanismo, afirmó, garantiza la protección de los derechos de los funcionarios sancionados y cumple con los estándares de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
Eljach, quien durante 12 años fue secretario general del Senado y trabajó de cerca con diversas bancadas, aseguró que su pasado político no comprometerá su independencia como procurador.
“Pero ahora yo soy el procurador. Y el procurador no tiene jefes. Puede tener congresistas que compartieron recintos, inquietudes, eventos, legislación, debates de control político. Pero eso ya no existe para la Procuraduría ni para el procurador. Esta es otra realidad distinta en la que yo estoy señalado, capacitado, formado y decidido a cumplir como corresponde. Mi deber es hacer las cosas bien”, afirmó en su entrevista con Cambio, destacando que su único compromiso es con la Constitución y la ley.
Asimismo, rechazó cualquier percepción de parcialidad hacia el gobierno de Gustavo Petro, quien lo postuló para el cargo. Según Eljach, el presidente cumplió con su deber constitucional al ternarlo, pero eso no implica que la Procuraduría esté subordinada al Ejecutivo. “Mi deber es hacer las cosas bien”, declaró, insistiendo en que su gestión estará marcada por la neutralidad y la autonomía.