La cifra simbólica de un millón de afectados por el nuevo coronavirus en el mundo fue superada este jueves 2 de abril, según fuentes oficiales.
Al menos 1.000.036 casos de infección, de los cuales 51.718 decesos, han sido detectados en 188 países y territorios, en particular en Estados Unidos (234.462 casos, de los cuales 5.607 muertos), donde la pandemia avanza con rapidez.
Italia (115.242 casos) es el país más duramente golpeado por los decesos, con 13.915 muertos.
En España hay 110.238 casos y 10.003 muertos y en China, donde brotó la pandemia, 81.589 casos con 3.318 muertos.
El número de casos diagnosticados solo refleja sin embargo una fracción del número real de contagios, ya que muchos países solo detectan los casos graves.
En medio de la zozobra, los científicos buscan a marchas forzadas paliativos a la pandemia, o la manera de hacer tests de control fiables y rápidos, un arma clave para luchar contra el enemigo invisible.
En el mundo crece la esperanza, y también la polémica, sobre el uso de medicamentos contra la malaria, a falta de vacuna.
Uno de ellos es la hidroxicloroquina, un medicamento muy utilizado en África desde hace décadas, que Senegal utiliza, así como la cloroquina, para tratar a pacientes de COVID-19.
«Los resultados que tenemos parecen alentadores (…) y seguiremos en esa dirección», indicó Moussa Seydi, médico responsable del tratamiento de la pandemia.
Otros científicos alertan que los estudios son muy parciales.