El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, le salió al quite a las recientes declaraciones de Jaime Cabal, presidente de Fenalco, sobre el proceso de discusión del salario mínimo 2026.
El jefe de la cartera laboral calificó como un acto de “cobardía” la intención de no sentarse en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, escenario en el que tradicionalmente se debate el ajuste anual del salario en Colombia.
“Yo invito a los gremios y al doctor Cabal a que no le teman a la discusión con los trabajadores y el Gobierno. El incremento del salario mínimo no puede definirse con miedo, sino con argumentos técnicos y de justicia social”, señaló Sanguino en la entrevista.
Debate sobre la cifra y la metodología
El ministro se refirió además a la versión que circuló sobre un posible incremento del 11% para 2026, supuestamente mencionado por el presidente Gustavo Petro. Según Sanguino, “no existe ningún pronunciamiento oficial del mandatario en ese sentido.
Ni en el Consejo de Ministros, ni en reuniones privadas, ni en público se ha hablado de esa cifra. El aumento se definirá en la mesa de concertación, evaluando las variables macroeconómicas que entregue el Ministerio de Hacienda”.
De acuerdo con el funcionario, la fórmula para definir el salario mínimo no es caprichosa: se tienen en cuenta la inflación, el crecimiento económico y los indicadores de empleo. “El propósito del Gobierno es que el aumento sea superior a la inflación, para proteger y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores”, aseguró.
Crecimiento económico y efectos positivos del alza
Sanguino recordó que, desde el inicio del actual gobierno, el salario mínimo ha tenido un aumento acumulado del 37,6% nominal, lo que no ha significado un impacto negativo en la economía. Por el contrario, citó cifras del DANE que muestran un crecimiento cercano al 3%, una inflación apenas por encima del 5% y un desempleo en 8,8%, el más bajo en varios años.
“El incremento salarial fortalece la demanda interna, mejora el consumo de los hogares y termina beneficiando también a los empresarios, en especial al comercio y los tenderos”, recalcó el ministro.
Críticas a la postura de Fenalco
El ministro cuestionó duramente que Fenalco plantee incluso la posibilidad de eliminar la Comisión de Concertación, como sugirió Cabal. “Eso requeriría una reforma constitucional. Los gremios no pueden comportarse como opositores políticos; su deber es representar a los empresarios en un espacio democrático y legalmente establecido. Cuando los gobiernos anteriores decretaban aumentos cercanos a lo que pedían los gremios, no había quejas. Ahora que el incremento favorece más a los trabajadores, sí quieren acabar con la comisión”, afirmó.
Sanguino insistió en que el proceso debe seguir fortaleciéndose: “Los vamos a convocar en los tiempos que establece la ley. Queremos que estén Fenalco, la Andi, Acopi, los sindicatos y los ministerios, junto con expertos académicos, para que el debate sea serio y transparente”.
Invitación al diálogo
Finalmente, el jefe de la cartera de Trabajo reiteró su llamado a Cabal y a todos los gremios para participar activamente en la concertación. “El salario mínimo es un derecho de los trabajadores y un tema que impacta a toda la economía nacional. No se trata de caprichos ni de temores, sino de construir un acuerdo justo y responsable”, concluyó.