Un vídeo en el que policías esposan a una niña afroamericana de nueve años y la rocían con gas pimienta en Rochester, en el noreste de Estados Unidos, suscitó una nueva ola de indignación ante los métodos utilizados por las fuerzas de seguridad en el país.
La policía de esa localidad del estado de Nueva York justificó su actuación alegando que la niña, cuya identidad no ha sido revelada, sufría una crisis mental y amenazaba con matar a su madre y suicidarse.
Los agentes que acudieron al lugar de los hechos el viernes reaccionaron esposando a la niña y, al no lograr meterla en un coche de patrulla, usaron gas pimienta, según vídeos de las cámaras que los policías llevan en el traje.
Aseguran que tuvieron que actuar así para garantizar la seguridad de la niña.
La alcaldesa de Rochester, la afroestadounidense Lovely Warren, condenó el uso de la fuerza contra los niños y prometió una investigación interna sobre las prácticas de los policías de la ciudad.