Cerca de 20 días completaron varados unos mil migrantes, en su mayoría cubanos y haitianos, en Necoclí, Urabá antioqueño, tras el cierre de fronteras en Panamá y Chocó.
En precarias condiciones, improvisaron carpas a orillas de las playas del municipio, lo que se convirtió en una emergencia sanitaria y humanitaria, según las autoridades de la zona.
El alcalde de Necoclí, Jorge Tobón Castro, aclaró que la aglomeración de niños, adultos mayores y mujeres, podría ocasionar el brote de enfermedades. Además, contagios de coronavirus. Ya escasean los alimentos y el municipio no tiene los recursos para atender a todos los migrantes.
«Se ha decretado una emergencia sanitaria y humanitaria, porque muchos de estos migrantes hoy, ya están aguantando hambre, los niños están enfermos, producto también de estar aguantando hambre».
El alcalde alertó sobre posibles casos de desnutrición en los niños. Por lo pronto, instó al Gobierno Nacional a que gestione las ayudas humanitarias y el transporte para lograr el tránsito de esas personas y prevenir una emergencia peor.
Entre tanto, todos los días estarían llegando más migrantes a la zona, donde se continúan aglomerando, sin conservar distancias ni los protocolos de autocuidado y bioseguridad.
En Necoclí, a la fecha hay 413 casos acumulados de coronavirus y un total de diez activos. En las últimas horas se registraron, según las autoridades de salud, cinco casos nuevos con el virus. Además, desde que la pandemia afecta a ese municipio, 27 personas han muerto por causas asociadas al Covid-19.
En la región del Urabá son en total 10 mil 646 los casos acumulados de coronavirus, hay 270 activos con el virus y han fallecido 264 personas.