Más de 7.000 personas, reunidas en el coliseo Julio Monsalvo de Valledupar, fueron testigos de una histórica entrega de tierras y títulos de propiedad en el departamento del Cesar. El presidente Gustavo Petro, acompañado por el director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman Ortiz, encabezó la entrega de 6.805 hectáreas a 800 familias campesinas, víctimas y comunidades étnicas de los municipios de Astrea, Bosconia, Chimichagua, El Paso, Pailitas y Valledupar.
Simultáneamente, el director Harman entregó 104 títulos de adjudicación definitiva a familias campesinas de Tamalameque, Pelaya y Chimichagua, quienes durante décadas habían luchado por un pedazo de tierra y solo con el gobierno actual lo lograron. Con esta resolución, las familias pueden decir con orgullo: “¡Esta tierra sí es mía!”, reafirmando su derecho a la propiedad y fortaleciendo su profundo vínculo con la tierra.
Marta Herrera Campo, una joven campesina de 24 años y miembro de la Asociación de Mujeres Campesinas para el Desarrollo Rural, no pudo contener la emoción al enterarse de que era parte de las 24 familias beneficiarias del predio Samaria, que corresponde a 348 hectáreas, en el municipio de Pailitas, Cesar.
“Ni mis hermanos ni mi papá lo podían a creer cuando les conté la buena noticia: ‘Papá, ya tenemos tierra, por fin vamos a poder sembrar en nuestro propio territorio y cuidar de nuestros animales. Nuestra vida ha cambiado; estamos dejando atrás las secuelas del conflicto que nos dejaron los grupos armados para reconstruir nuestras vidas en territorios de paz’”, expresó Marta, llena de esperanza.
Durante su intervención en Valledupar, el presidente Gustavo Petro afirmó que el departamento está dejando atrás la producción de carbón para transformarse en una gran despensa agrícola para el país.
“Los análisis que hemos hecho dicen que, precisamente, la ciudad de Valledupar disminuye su pobreza monetaria y la extrema porque ahora hay menos carbón, y porque al caer la dependencia de ese mineral empieza a reactivarse en primer lugar la agricultura. Esto indica un camino que empieza a abrirse y que hoy lo hemos visto en acción y que tiene que ver con activar al Cesar como un polo de desarrollo agrario y agroindustrial, por encima de la extracción del carbón, que aquí ha sido tradicional”, aseveró Gustavo Petro.
A su turno, el director de la Agencia Nacional de Tierras, Juan Felipe Harman Ortiz expresó: “Quiero agradecerle profundamente a la familia de Alejandro por asistir, porque sin funcionarios de la Agencia Nacional de Tierras no podríamos tener los resultados que traemos el día de hoy, señor presidente”.
Agregó que “aquí en el Cesar hemos cumplido con la entrega de 38.000 hectáreas bajo el mandato del señor presidente, y esperamos que esta cifra siga creciendo de manera oportuna, en paralelo con el compromiso de cumplir y honrar nuestra palabra frente a las pretensiones de las comunidades étnicas, no solo del pueblo Yukpa, sino también de las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta”.
Marlene Pérez Téllez, mujer campesina de 51 años, es una de las beneficiarias de esta histórica entrega de tierras en Valledupar, Cesar. Para ella, recibir un pedazo de tierra significa transformar su vida y la de toda su familia.
“Durante años luchamos por lograr esto que nos están entregando el presidente Gustavo Petro y el director Felipe Harman. Es un alivio que ya no necesitemos que alquilar un pedazo de tierra para sostener a nuestra familia. Ahora podremos sembrar con tranquilidad yuca, plátano y criar mis marranitos en nuestro propio terreno, sin miedo a que alguien nos desplace”, declaró con emoción la mujer campesina.
No dudó en comparar la tierra que recibió como un premio de la lotería: “Esto fue como un premio mayor que me hubiera ganado. Mejor que un baloto, pues en la historia no ha habido un presidente que nos hubiera dado un pedacito de tierra. Tenemos un gobierno que sí nos está apoyando, ya lo estamos viendo, gracias a Dios y gracias, señor presidente».
Sobre este acto, Alexandra Pineda, asesora de Dirección General la Agencia Nacional de Tierras, aseguró que, “la implementación de la Reforma Agraria en el Cesar es la prueba fehaciente de que el Gobierno Nacional ha dado preponderancia al campesinado y que muestra de ello es esta entrega, con la cual se contribuye a fortalecer la economía campesina y, de paso, a reactivar el campo cesarense”.
Cesar actor clave de la Reforma Agraria
En los tres años del Gobierno del presidente Gustavo Petro, la entrega de tierras en el departamento del Cesar se ha multiplicado, con la adquisición de 38.000 hectáreas por parte de la Agencia Nacional de Tierras, beneficiando a 5.000 familias y consolidando al Cesar como un actor clave en la implementación de la Reforma Agraria. Esta significativa cifra se suma a las cerca de 700.000 hectáreas adquiridas a campesinos y comunidades étnicas en todo el país.
Asimismo, bajo la dirección de Juan Felipe Harman Ortiz, se han formalizado 7.024 hectáreas a familias campesinas, que se añaden a las más de 1.700.000 hectáreas tituladas en todo el país. Este avance convierte a estas familias en legítimas propietarias de sus tierras, salda una deuda histórica con el campo, garantiza seguridad jurídica y refuerza la soberanía alimentaria de Colombia.
Tierras para la paz
El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha asumido con ímpetu la recuperación de tierras arrebatadas por la mafia y baldíos de la nación apropiados de manera irregular en el departamento del Cesar.
Mediante operativos contundentes, Juan Felipe Harman Ortiz, acompañado de la asesora de la Dirección General, Alexandra Pineda, y con el respaldo de la Policía Nacional, ha liderado la recuperación de más de 3.375 hectáreas que se encontraban bajo la administración de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y el Fondo de Reparación para las Víctimas (FRV). Estas tierras ya están en manos de familias campesinas y comunidades étnicas. Actualmente, se adelantan acciones para recuperar más de 18.000 hectáreas adicionales de la SAE en el departamento del Cesar.
Entre los casos emblemáticos de recuperación de tierras se destacan: el predio La América, en Chimichagua, de 1.400 hectáreas, que perteneció al jefe paralimitar alias “Jorge 40” y se encontraba en posesión indebida; el predio La Floresta, en San Martín, Cesar, que pertenecía al jefe paramilitar alias “Juancho Prada” y fue entregado al Estado en el marco del proceso de Justicia y Paz, pese a tener ocupación ilegal; y, finalmente, el predio El Amparo, con 1.080 hectáreas, recuperado y entregado a familias desplazadas, hace 29 años, de la hacienda Bellacruz, en el municipio de La Gloria.
Este hecho representa un hito en la historia agraria del país, donde antiguos predios vinculados al narcotráfico, el paramilitarismo y baldíos ocupados indebidamente por particulares vuelven a manos de sus legítimos dueños: campesinos, comunidades étnicas y víctimas del conflicto para su reparación efectiva.