El presidente francés, Emmanuel Macron, afrontará su segundo mandato sin la mayoría absoluta parlamentaria que tenía, perdida este domingo en la segunda vuelta de las legislativas por la unión de la izquierda, convertida en la primera fuerza de oposición, y por el avance histórico de la ultraderecha.
Las fuerzas coaligadas que apoyan la política del Elíseo perdieron más de un centenar de los 350 diputados que tenían y se quedan lejos de los 289 que le permitirían sacar adelante las leyes sin el aporte de otros grupos.
La Nueva Unión Popular Ecológica y Social, liderada por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon y que aglutina a su partido, La Francia Insumisa, a socialistas, comunistas y ecologistas, multiplicó por tres los parlamentarios que esos partidos consiguieron hace cinco años y rondan los 150.
El veterano político, de 70 años, tercero de las pasadas presidenciales, logró dos de sus objetivos, liderar la oposición y evitar la mayoría de Macron, pero no el tercero, el de lograr una mayoría que le convirtiera en el nuevo primer ministro.
Por eso, lejos de lo que auguraban los sondeos y ensombrecido por el histórico resultado logrado por la extrema derecha de Marine Le Pen, que por vez primera en la historia sentará unos 90 parlamentarios en la Asamblea, superando a los conservadores tradicionales, que tendrán unos diez diputados menos.