El demócrata Joe Biden se convirtió este miércoles en el presidente número 46 de la historia de Estados Unidos, al jurar el cargo en la ceremonia oficial de investidura ante las escalinatas del Capitolio y en medio de grandes medidas de seguridad.
A las 11.50 de la mañana, Biden comenzó el juramento con el que se comprometió a «preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos».
«Así que Dios, ayúdame», exclamó Biden al término del juramento.
Biden juró el cargo sobre la misma Biblia que ha utilizado con ese fin durante toda su carrera política: un enorme tomo que es propiedad de su familia desde 1893 y que mide casi 13 centímetros de ancho (5 pulgadas).
El presidente electo se apoyó por última vez en esa Biblia para jurar en 2013 su segundo mandato como vicepresidente estadounidense, cargo que ejerció entre 2009 y 2017 con Barack Obama como presidente.
Obama presenció a pocos metros de distancia el juramento del que fuera su mano derecha en la Casa Blanca.
La investidura se celebró con un público reducido debido a los protocolos para evitar los contagios por covid-19, y un dispositivo de seguridad sin precedentes en la historia del país, con hasta 25.000 militares desplegados en Washington.
Rompiendo con la tradición, Trump no asistió al acto de investidura de su sucesor y puso rumbo a su mansión privada en Palm Beach (Florida), estado donde llegó poco antes del inicio de la ceremonia.
El vicepresidente saliente, Mike Pence, sí asistió al acto, a la que también acudieron la mayoría de los legisladores estadounidenses y anteriores mandatarios, como George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a sus respectivas esposas, Laura Bush y Hillary Clinton.