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El silencio de la cuarentena que vivían los habitantes de Chimichagua, Cesar, fue alterada por un trágico hecho que enluta a esa población. Un niño de 12 años mató a su primita de solo 22 meses de nacida.
El menor jugaba con una escopeta que quedó cargada la noche anterior, cuando de pronto se le disparó, recibiendo los perdigones su pequeña prima que estaba dormida en una hamaca.
Los hechos ocurrieron en una finca ubicada en el área rural del municipio ubicado a orillas de la Ciénaga de la Zapatosa.
Aunque la niña alcanzó a ser trasladada a un centro asistencial, esta murió tras recibir el impacto.
El alcalde del municipio, Celso Moreno pidió a las autoridades realizar las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos.