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El expresidente boliviano, Evo Morales, se encontraba ayer en un evento político en la región de Cochabamba con integrantes de su Movimiento al Socialismo cuando los ánimos se empezaron a agitar.
Al parecer, dentro del partido ha aumentado el descontento por la elección de candidatos para elecciones regionales, que algunos sectores consideran que se está haciendo al «dedazo» o favoreciendo a personas cercanas a Evo Morales.
Por eso lo empezaron a abuchear y en algún momento varias personas le lanzaron sillas plásticas.
En Twitter, el expresidente negó que se trate de favoritismos y adjudicó la violencia a la oposición de derecha asegurando que trata de destruir la unidad de su partido. También acusó a la prensa de estar en su contra.