El Gobierno anunció la reactivación del carreteable Ruta del Sol III, tramo San Roque-Bosconia-Ciénaga y Valledupar-Bosconia-Carmen de Bolívar):
El proyecto vial incluye 465 kilómetros de los corredores mencionados, del denominado tercer tramo, cuyo avance de obras se encuentra ejecutado en del 30,9 %,
De acuerdo con las informaciones oficiales entregadas a los medios de comunicación, los trabajos de este sistema vial se reactivarían este mes de noviembre si la Superintendencia de Sociedades le da el visto bueno al otrosí.
Se espera que transcurridos cerca de 10 días hábiles el otrosí sea aceptado por la Superintendencia de Sociedades y, de ese modo, se puedan reiniciar las intervenciones que llevan más de dos años paralizadas.
Semáforo en verde en la reactivación de las obras del tercer tramo de la Ruta el Sol con la radicación del otrosí ante la Superintendencia de Sociedades, hecho que se da luego de seis meses que el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, firmaran este documento.
Se espera que transcurridos aproximadamente 10 días hábiles, dicha propuesta sea aceptada por la mencionada entidad y, de ese modo, se puedan reiniciar inmediatamente las intervenciones que llevan más de dos años paralizadas.
Lo anterior significa que se retomarían frentes de obra a lo largo de 330 kilómetros y se harían 70 kilómetros de vía, dado que según los registros oficiales, el avance logrado hasta 2017 era de apenas 30,9 %.
Frente a este suceso, el representante del grupo de acreedores, Carlos Mariano Rodríguez subrayó: “Llevamos esperando dos años el pago y muchas de las empresas han llegado incluso a la quiebra. Esperamos que se le dé celeridad al proceso en la Superintendencia”.
Con respecto a la Ruta del Sol, sector dos (que comprende 528 kilómetros entre Puerto Salgar, Cundinamarca, y San Roque, Cesar) rememoró que por los problemas que se presentaron con Obedrecht terminó en una liquidación unilateral del contrato y hoy gran parte de esos tramos se encuentran en graves problemas porque incluso el mantenimiento no se está haciendo adecuadamente y se están afectando estos tramos, perdiéndose así una inversión importante que se hizo.
Una vez se le dé el visto bueno al otrosí, la firma italiana Salini Impregilo, que asumió el control del proyecto tendrá que cancelar lo que le deben a los contratistas que adelantaron obras hasta 2017. Yuma S.A., la concesionaria original, de la que hace parte Salini Impregilo como uno de los socios principales, será la encargada de terminar la carretera.
Esto, como parte de un acuerdo que adelantaron la ANI y el Ministerio de Transporte con los empresarios, dado que según ha manifestado el vicepresidente de la mencionada agencia Carlos García, el país no cuenta con la capacidad financiera para adelantar estos trabajos por su propia cuenta, en caso de que el contrato finalmente fuera caducado.
Según García, en el caso de que este acuerdo no se lleve a cabo, la concesionaria debería pagar una multa de aproximadamente $80.000 millones, mientras que terminar la carretera cuesta alrededor de $2,3 billones, costo que debería ser asumido por el Estado.