La Superintendencia de Salud impuso a Medimás lo que sería la multa más alta recibida por una EPS en el país. Se trata de dos sanciones que suman un total de $5.800 millones. La primera se debe a un incumplimiento por parte de la EPS al no entregar los medicamentos correspondientes al tratamiento de 70 pacientes trasplantados. La segunda es más una sanción por desobedecer al ente de control y no suministrar la información que previamente se le había solicitado. La entidad se defiende bajo el argumento de que esta penalidad «carece de fundamento legal».
Esta sanción «estrena los ‘dientes’ entregados por la Ley 1949 de 2019, que le permitió a la Supersalud aumentar su capacidad sancionatoria y a la vez, el monto de las sanciones”, explicó Andres Evelio Mora, superintendente delegado para los Procesos Administrativos.
Medimás contradijo ese argumento a través de un comunicado.
Según esta EPS, la sanción no tiene ni pies ni cabeza pues los hechos por los que se les reclama sucedieron el año pasado. De manera que «la normatividad aplicable es el procedimiento regulado por la ley 1438 de 2011 y no la 1949 de 2019». Es por esto que la entidad, que garantiza seguir prestando servicios de salud a más de 3 millones 800 mil usuarios, apelará.