Durante su visita al suroeste de Antioquia, el presidente Gustavo Petro señaló que los abusos sexuales contra los menores indígenas en el departamento de Guaviare, denunciados en las últimas semanas, son un fenómeno sistemático que está acabando con la cultura al punto de convertirse en un etnocidio.
El jefe de Estado aseguró que no se trata de una actividad clandestina, sino de una vulneración pública que en la mayoría de las ocasiones ocurre con la complicidad de las familias “que no ve otro camino que prostituir a sus propios niños”.
Aunque no anunció avances significativos luego de la orden de enviar una comisión especial del ICBF al Guaviare, el presidente Petro también lamentó el riesgo en el que están los Nukak Makuk por la violación sistemática de sus derechos y la destrucción de la selva.