El Gobierno Nacional tiene en su agenda legislativa varias apuestas, una de ellas la reforma política, que pasó raspando su cuarto debate en el periodo pasado.
Al proyecto le restan dos debates en el Senado y dos en la Cámara de Representantes, pero el camino que tiene por delante no es nada fácil, en especial porque desde la propia coalición del presidente Gustavo Petro hay reparos a la propuesta.
Alianza Verde, por ejemplo, tiene varias líneas rojas frente al proyecto, empezando por las listas cerradas, un punto de honor para el Gobierno, pero que a los ‘verdes’ no les gusta en lo absoluto.
Con ese escenario claro, el presidente de la Cámara, David Racero, lanzó una advertencia: o se concerta la reforma, o está condenada al fracaso.
“La reforma política considero que sólo debe presentarse si hay un acuerdo previo entre los partidos. Si no, esa reforma se va a hundir”, sentenció.
Pero Racero no es el único pesimista frente a la iniciativa. En el Capitolio Nacional varias voces advierten que ese será, tal vez, el primer gran fracaso de Petro en el Congreso, después de cuatro meses de una luna de miel en la que, con algunos altibajos, no le fue mal y sacó adelante buena parte de las propuestas que presentó.
En todo caso, el Gobierno buscará consensos para intentar salvar este y otros proyectos que generan resistencia incluso en sus aliados, en un año con muchas apuestas en materia legislativa.