Al menos 17 personas murieron y decenas resultaron heridas el miércoles cuando un tren descarriló cerca de la ciudad iraní de Tabas, en el centro del país, tras chocar con una excavadora junto a la vía.
El tren iba desde la ciudad de Mashhad (noreste) a la ciudad de Yazd (centro) con 348 pasajeros a bordo cuando se salió de la vía en el desierto a las 05:30 de la madrugada, hora local.
«Diecisiete personas murieron y 37 de los 86 heridos fueron trasladados al hospital», dijo el portavoz de los servicios de emergencia Mojtaba Khaledi a la televisión estatal.
«El número de muertos puede aumentar ya que algunos de los heridos están en estado crítico», dijo, y añadió que «24 ambulancias y tres helicópteros habían sido enviados al lugar».
Tabas se encuentra en la provincia de Jorasán del Sur, a unos 900 kilómetros por carretera de Teherán.
El subdirector de los ferrocarriles estatales iraníes, Mir Hasan Musavi, dijo a la cadena estatal que el tren llevaba 348 pasajeros y «descarriló tras chocar con una excavadora» que estaba cerca de la vía.
Algunos de los heridos fueron trasladados al hospital en helicóptero, según las imágenes de la televisión estatal.
Los equipos de rescate inspeccionaron los vagones volcados mientras la gente miraba alrededor, mostraron las imágenes de la agencia de noticias ISNA.
Una de las imágenes mostraba una excavadora amarilla en un lateral de la vía.
Cinco de los 11 vagones del tren se desprendieron de los raíles, dijo el jefe de operaciones de emergencia de la Media Luna Roja iraní, Mehdi Valipur, a la televisión estatal.
Investigación
El presidente Ebrahim Raisi presentó sus condolencias a las familias de los fallecidos y dio órdenes de acelerar la investigación de las causas del accidente, según su oficina.
Por su parte el ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano, Rostam Ghasemi, pidió disculpas a los iraníes en Twitter y dijo que el ministerio era responsable del incidente.
El fiscal de Tabas visitó el lugar de los hechos mientras se iniciaba una investigación judicial, informaron los medios iraníes.
El descarrilamiento del tren se produce después de que el mes pasado se derrumbara un bloque de pisos en el suroeste de Irán y murieran al menos 43 personas.
El derrumbe del edificio Metropol, de 10 plantas, que estaba en construcción en Abadán, provocó airadas protestas en solidaridad con las familias de los fallecidos.
La justicia provincial declaró que había detenido a 13 personas, entre ellas el alcalde de Abadán y dos exalcaldes, sospechosas de ser «responsables» de la tragedia.
La catástrofe fue una de las más mortíferas de Irán en años y provocó manifestaciones en todo el país contra las autoridades, acusadas de corrupción e incompetencia.
En 2016, dos trenes chocaron y se incendiaron en el norte de Irán, matando a 44 personas e hiriendo a decenas.
El entonces jefe de los ferrocarriles iraníes dimitió después de que cuatro de sus empleados fueran detenidos tras la colisión en la línea principal entre Teherán y Mashhad, la segunda ciudad del país