Tres cantantes del vallenato y un mánager tienen una cita con la justicia por cuenta de una fiesta en la que participaron en la cárcel La Picota. Una rumba, abiertamente ilegal, que duró tres días y en la que hubo licor, drogas y hasta músicos. Se trata de los cantantes Ana del Castillo, Jorge Iván Díaz, conocido como Churo Díaz, José Vicente Rosado Murgas conocido como el Mono Zabaleta, su acordeonero Daniel Maestre Ramos y su mánager, Fabio Quiroz.
La Procuraduría los citó a declarar bajo la gravedad de juramento en la investigación que se abrió luego de que se conocieran videos de los excesos que hubo en este centro penitenciario de Bogotá. Ana del Castillo, Churo Díaz, Mono Zabaleta y su equipo tendrán que acudir a la sede del ente de control el martes 11 de octubre y responder las preguntas de los investigadores del caso.
La fiesta por la que deberán declarar Ana del Castillo y sus colegas tuvo lugar, en concreto, en el patio donde están recluidas las personas que están a la espera de ser extraditados. Según la citación que les enviaron a los artistas vallenatos, fueron citados “con el fin de establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar de su presentación en el Pabellón de Alta Seguridad o de Extraditables de la Penitenciaria de La Picota”.
Además, Churo Díaz, Ana del Castillo y el Mono Zabaleta deberán aclarar: “tipo, objeto, monto y modalidad de pago del contrato de prestación de servicios suscrito para dicha festividad, para lo cual deberá allegar la respectiva copia”. La Procuraduría busca establecer cuáles fueron los funcionarios del Inpec que tenían a su cargo la custodia del establecimiento carcelario para la fecha y hora en la que ocurrió la rumba, que se extendió por casi tres días, entre el 24 y el 26 de septiembre.
Posterior a esto, el Inpec desplegó un operativo sobre La Picota. En medio de las requisas se hallaron 122 celulares, 30 modem de internet, 5 tabletas, 3 proyectores, 4 relojes inteligentes, 5 audífonos para celulares inalámbricos, 11 decodificadores para televisión, 19 parlantes de música, 184 botellas de licor, y $400.000 en efectivo. El escándalo fue de tal magnitud que el ministro de Justicia, Néstor Osuna, y el director (e) del Inpec cambiaron al director del centro de reclusión.
“Las cárceles no son clubes de recreo y en aquellos centros donde el Inpec no pueda mantener el control, habrá cambio, como ocurrió en La Picota”, afirmó Osuna el fin de semana, al designar al dragoneante Horacio Bustamante Reyes como nuevo director de La Picota.