Mediante un comunicado de prensa, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que, con efecto inmediato, todos los venezolanos atrapados cruzando ilegalmente a EE.UU. entre puertos de entrada serán devueltos a México como parte de una nueva acción conjunta con ese país.
Asimismo, el DHS dijo creará un nuevo proceso para traer “legalmente y de manera segura” hasta 24,000 venezolanos que califiquen a los EE.UU.
En paralelo, el DHS devolverá a México a la mayoría de venezolanos que sean interceptados después de atravesar la frontera sur; las expulsiones serán llevadas a cabo bajo el Título 42, una normativa de salud pública impuesta al inicio de la pandemia y heredada de la Administración del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Las medidas tiene el objetivo de “reducir el número de personas que llegan a la frontera” de manera irregular y crear proceso migratorio “más ordenado” para los venezolanos que huyen de la “crisis humanitaria y económica de su país”, dijo este miércoles un funcionario del Gobierno estadounidense en una llamada de prensa.
En virtud de este programa migratorio, del que están excluidos los deportados de EE.UU. en los últimos cinco años o las personas que hayan entrado a Panamá o México de manera irregular, el Gobierno estadounidense aceptará en un principio a 24.000 personas, acotó el funcionario.
Para aplicar al programa, los venezolanos interesados deberán demostrar que tienen un patrocinador en EE.UU. que pueda acreditar que tiene los recursos financieros por el periodo de tiempo que los migrantes vayan a residir en el país.
Además, los beneficiarios deberán pasar una evaluación de “seguridad nacional y seguridad pública”, indicó DHS en un comunicado.
El anuncio de EE.UU. llega en medio de un aumento de la llegada de venezolanos a la frontera con México. Entre octubre de 2021 y agosto de este año, más de 150.000 venezolanos han sido arrestados en la frontera sur de EE.UU, en comparación con los 50.499 en el mismo periodo del año pasado.
Más de 6,1 millones de venezolanos han salido de su país, en la que es la segunda crisis migratoria más grande del mundo, superada sola por la de Siria, de acuerdo con la organización Refugees International.