El excomandante de las Farc y presidente del Partido Comunes, Rodrigo Londoño, asumió responsabilidad ante la JEP y las víctimas por los secuestros con fines extorsivos que perpetró el extinto grupo armado en el marco del conflicto armado. En su intervención, señaló que al escuchar más y más relatos de las víctimas, “sienten asco” por lo que cometieron en contra de ellas.
“Yo decía que cuando me tocara intervenir qué palabras usar, haciendo la reflexión, angustia, bárbaros, crueldad, locura, el dolor, espantoso, y a mí me surgía una, escuchando los relatos, que sentí asco, asco de las mismas acciones que hicimos, de las cosas que se hicieron”, afirmó.
Incluso, aceptó que las audiencias de reconocimiento han servido como una especie de “espejo”, para verse y reflejarse en la barbarie que la extinta guerrilla sometió a muchas familias en Colombia.
“Para nosotros esto es un espejo, en donde nos estamos viendo la imagen real, no la imagen que nosotros creíamos tener, y que fue la que nos llenó de soberbia y nos llevó a cometer esos crímenes de lesa humanidad y afectar gente humilde por la cual supuestamente estábamos luchando”, detalló.
Por otra parte, Rodrigo Granda respondió al exsecuestrado Gonzalo Botero Maya, quien reclamó mayor compromiso de las extintas Farc con la reparación a las víctimas. De acuerdo con Granda, han entregado todo lo que tenían y hasta habló de informes que señalan otra realidad, calificándolos de “amañados”.
También señaló que, a diferencia de otros responsables en reparar a las víctimas, a las Farc “se les exige demasiado” y afirmó que el estado está en deuda con la implementación del Acuerdo de Paz.
“Señor Gonzalo usted tiene razón cuando dice vamos a pedirle a Naciones Unidas y a la JEP que obligue a la antigua guerrilla y a Comunes que cumpla con el Acuerdo, a nosotros se nos exige demasiado, ¿usted cree señor Gonzalo que nosotros después de tener más de 300 muertos no le estamos cumpliendo al país?”, manifestó.
Además, Granda manifestó que en la extinta guerrilla no eran fusilados todos aquellos guerrilleros que fueran hallados responsables de cometer faltas.