Cerca de seis mil feligreses fueron testigos el pasado sábado 24 de agosto de la consagración de la nueva catedral de Valledupar dedicada al Santo Patrono de la ciudad, Santo Ecce Homo.
El evento religioso inició pasadas las nueve de la mañana y terminó hacia el mediodía y fue presidido por monseñor Óscar José Vélez, obispo de la Diócesis de Valledupar, y contó, además, con la presencia de 200 sacerdotes y una treintena de obispos invitados de otras ciudades del país, entre ellos monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo metropolitano de Barranquilla, quien es oriundo de Valledupar.
La nueva catedral tiene capacidad para 4.500 personas sentadas, pero el día de la consagración estaba atiborrada por más de seis mil asistentes, contados tanto los que tuvieron la fortuna de ingresar al templo como los que asistieron al acto religioso por fuera de la edificación. Era tanta la asistencia de público que muchas personas decidieron devolverse ante la imposibilidad de encontrar refugio a un sol inclemente.
El momento culmen del acto religioso fue la consagración del templo, lo cual fue realizado por monseñor Vélez vertiendo sobre el altar doce hilos de aceite en representación de los doce apóstoles, seguido de la quema de incienso como señal de purificación. Según el religioso, por designación del Papa Francisco, la catedral estará dedicada a Santo Ecce Homo, patrono oficial de la Diócesis de Valledupar.
La nueva catedral inició su construcción el 5 de noviembre de 2015 y tardó 3 años y 9 meses en ser terminada, pues fue financiada con los aportes de los feligreses. Consta de un área construida de tres mil metros cuadrados, constituyéndose en la catedral más grande de Colombia. Su costo total fue de 13.000 millones de pesos.