Por: Celso Guerra Gutiérrez
Nacido el 17 de marzo de 1920, en la población de Lorica Córdoba, medico, trashumante, humanista, escritor , folclorista y aventurero.
Dejo una huella indeleble en todos estos campos donde se desempeñó con lujos de detalles.
Desde joven le dio trascendencia a la condición humana del pobre y la raza afro de donde desciende.
Siempre pregono venir de una estirpe genealógica negra o India.
sintió orgullo de sus orígenes ancestrales, esta pasión lo llevo a explorar y a escribir sobre su estirpe que sufrió los rigores de la esclavitud, el hambre y la tortura, hechos que lo llevaron Senegal país africano de sus abuelos esclavos, comenta Rodolfo Ortega.
Se sometió a vivir en las mismas condiciones precarias de sus antepasados en Senegal África.
Allí vivió en una mazmorra, el confinamiento, hacinamiento y calvario de los suyos en la época de la esclavitud, de allí nace. su novela » Chambacu corral de piedras «.
Las mismas experiencias vivió en San Basilio de Palenque, en el Choco y en los barrios marginales de Rio de Janeiro, estas vivencias las soportó para escribir el libro » Chango el gran putas «.
Sus Otras obras literarias » Tierra Mojada”, “La Calle 10″, » En China Nace un Santo», Fusilamiento Del Diablo»,» Hemigway, El Cazador De La Muerte».
Como aventurero, investigador y folclorista recorrió todo el país, luego se fue a conocer todo Centroamérica hasta allí ese recorrido lo hizo a pies. Luego estuvo en Estados Unidos, África Asia y Europa, en estos dos últimos continentes estuvo con una delegación folclórica colombiana junto a su hermana Delia Zapata Olivella, con Los Gaiteros de San Jacinto, con su director Antonio » Toño» Fernández, y el tamborero y compositor Catalino Parra y Pablo López Gutiérrez, Además hizo o parte de esa delegación Leonor González Mina, «La Negra Grande de Colombia».
En 1949 Zapata Olivella, egreso de la facultad de medicina de la universidad nacional de Colombia, actividad que lo trajo como médico rural, otros dicen que iba camino a Venezuela, por los caminos de esta región al municipio de la Paz, allí vivió en casa de su pariente Pedro Olivella, lugar que convirtió en el centro de sus actividades, de allí se movía por toda la comarca, San Diego, Manaure, Urumita, Villanueva.
En La Paz hizo pareja con la señora, María Perez Mieles con la que tuvo tres hijas Harlem, fallecida prematuramente, Harlem Segunda de La Paz, de la cual Rafael Escalona y el fotógrafo Nereo López fueron sus padrinos , la otra hija de la pareja fue Edelma, también fallecida.
Zapata era persona humanista integral, en su actividad como médico regalaba las consultas y el medicamento a sus pacientes, ante todo a niños pobres , como tal ejerció la medicina por toda la comarca, no tenia consultorio específico, atendía en cualquier esquina a sus pacientes, «era el medico de todos», como lo dijo Garcia Márquez en sus memorias, » Vivir para contarla».
Manuel Zapata y Garcia Márquez eran conocidos desde su época de estudiante en Bogotá,
Cuenta el profesor José Atuesta Mindiola en la revista » Letras», editada por el William de Ávila, que Zapata radicado en la Paz invito a Gabo, quien ya vendía enciclopedias, a esa localidad a una tertulia literaria, el encuentro fue agasajado con una parranda con canciones de Escalona a petición de Gabo, el canto fue Dagoberto López y el acordeón de Juan López.
Escalona y Gabo se conocieron tiempo después en hotel Roma de Barranquilla por gestión de Zapata Olivella.
La Gira
La pasión por el folclor colombiano llevo a Manuel a crear en 1951 la primera gira musical de músicos vallenatos por todo el país, estuvieron, acordeón, Fermín Pitre, quien fue reemplazado en la segunda gira por Juan Manuel Muegues, recomendado por Rafael Escalona , Dagoberto López en el canto , Juan López, acordeón , el decimero Sandiegano Antonio Morales ,el mejor cajero en la historia de la música, Juan Crisotomo Ramos » Pichocho», reconocido como el mejor , por otro grande de la caja, Pablo López Gutiérrez , quien dijo, » Cuando Pichocho toca en San Diego, su retumbar se escuchaba en La Paz».
Esa gira quedó enmarcada para la historia en la canción » La Gira» del acordeonero y compositor Juan Manuel Muegues, la grabó en 1975, Jorge Oñate con el acordeón de Emilianito Zuleta Díaz.
La majestuosidad y grandeza de Zapata Olivella como escritor y gestor folclorico ha quedado relegada al ostracismo, historiadores dicen que el centralismo bogotano le está cobrando su.
pensamiento altruista y su color de piel.
Muchas gracias a la joven caricaturista Adriana Patricia Arregoces Arzuaga por su magnífico aporte a esta crónica.