El pasado 1 de julio, dos aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) colisionaron en pleno entrenamiento en Villavicencio (Meta), tras el cual se reportaron dos heridos y una persona muerta.
Por el momento, las autoridades investigan las maniobras que produjeron el accidente que ocurrió hacia las 5:30 de la tarde, cuando dos A-29 Super Tucano, pertenecientes al Comando Número 2 de la Fuerza Aérea Colombiana, chocaron en el aire al sobrevolar la base militar.
El teniente coronel Mario Andrés Espinosa González fue el piloto de una de las aeronaves que murió tras el accidente, mientras que otro oficial fue remitido a un centro asistencial de la localidad.
De acuerdo con una nota publicada por la FAC en abril de 2020, el coronel Espinosa González ya era un piloto destacado de la institución. La nota recoge lo siguiente: “Durante más de 16 años ha puesto al servicio de la Nación sus destrezas, profesionalismo y creatividad para cumplir con la misión constitucional en diferentes tipos de misiones aéreas de instrucción, entrenamiento, vigilancia y reconocimiento vial, entre otros. Su comprometida labor le ha permitido conquistar los cielos colombianos en múltiples facetas tanto de carácter operacional como en su vida académica y laboral”.
También reveló que Espinosa era licenciado en Lenguas Modernas, administrador aeronáutico y se encontraba cursando una Maestría en Ciencias Militares Aeronáuticas. Además, participaba de operaciones diurnas y nocturnas “en defensa de la soberanía nacional”.
“Nada es fácil, solo la entrega absoluta, sacrificio y perseverancia permiten conseguir lo deseado”, dijo el uniformado a la FAC en ese momento.
En un mensaje de solidaridad dirigido a la familia del uniformado, las Fuerzas Militares expresaron: “Expresamos nuestras condolencias y solidaridad a la familia del piloto fallecido, el teniente coronel Mario Andrés Espinosa González (QEPD) y a cada uno de los hombres y mujeres de la Institución. ‘Los pilotos no mueren, solo vuelan más alto’”.