Ocho casos de tuberculosis se han detectado en lo que va de año en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Mediana y Alta Seguridad de Valledupar, mejor conocido como ‘La Tramacúa’, y el Cárcel Judicial, donde dos de los privados de la libertad permanecen aislados para evitar la propagación de la enfermedad.
Los reclusos reciben tratamiento, mientras las autoridades buecan proteger a la población carcelaria y el personal del Inpec, por ser una enfermedad infectocontagiosa, que requiere especial vigilancia.
John Peralta, coordinador de tuberculosis de la Secretaría de Salud de Valledupar, manifestó que ante esta situación desde la entidad se ha venido socializando a los internos, sobre los signos y síntomas que se generan con esta enfermedad, para que estén alertas y comuniquen al personal de salud del establecimiento penitenciario en caso de algún malestar.
El aislamiento es otro de los temas que adopta el personal médico del Inpec, ya que es la mejor manera de proteger a la población penitenciaria, tomando en cuenta que en la mayoría de las cárceles existe un hacinamiento que impulsaría la propagación de la enfermedad.
También se realiza la toma de muestras, en las cárceles afectadas y en la Permanente de la Policía, donde hay hacinamiento superior al mil por ciento.
De acuerdo a las cifras manejadas por la Secretaría de Salud, este año en el municipio se han registrado 139 casos de tuberculosis, de los cuales 89 son masculinos y 50 femenino.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y potencialmente seria que afecta principalmente los pulmones. La bacteria que causa la tuberculosis se contagia de persona a persona a través de pequeñas gotitas diseminadas en el aire al toser o estornudar.
Entre los síntomas están: Tos que dura tres semanas o más, tos con sangre o moco, dolor en el pecho o dolor al respirar o toser, pérdida de peso involuntaria, fatiga, fiebre, sudoraciones nocturnas, escalofríos y pérdida del apetito.