Entre el hambre, la sequía y el miedo al coronavirus, están viviendo unas 52.000 familias de indígenas Wayúu, quienes están pidiendo a las autoridades acompañamiento y que no se limiten solo a la entrega de un mercado.
En cada familia, puede haber hasta cinco niños, la mayoría con alto grado de desnutrición, y el coronavirus llegó al departamento en medio de una sequía, que se ha extendido por dos años obligando a estas personas recorrer hasta 7 kilómetros para abastecerse de agua.
Esta travesía por conseguir agua para abastecerse por algunos días, la realizan a pesar de la cuarentena y el miedo de contagiarse de este virus.
La preocupación aumentó porque dos menores de edad murieron, al parecer, por un cuadro viral o desnutrición, casos que se están investigando.
«No conocemos un plan de acción, ni conocemos un sistema de monitoreo territorial con los pueblos indígenas de La Guajira, por mucha voluntad que exprese el señor gobernador de La Guajira y los alcaldes de los municipios”, dice Custodio Valbuena Wouliyu vocero de la Zona Norte Extrema.
Lo peor de todo, es que mientras estas familias viven una verdadera tragedia, en la región hay rumores y denuncias de sobrecostos que supera los 480 millones de pesos en los mercados que le entregaron a la comunidad indígena.
Aducen que es hora de que les entreguen lo que les corresponde y se pare la corrupción que los tiene viviendo en la miseria.