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Desde el pasado 10 de julio España vive una ola de calor que ha superado los 44 grados y que ha provocado más de 30 incendios forestales, quemando miles de hectáreas; obligando a desalojar poblaciones rurales y ocasionando la muerte de 360 personas.
Según el Ministerio de Sanidad de España, la temperatura más extrema registrada en cuidad, está en Madrid alcanzado los 40 grados.
Las comunidades de Extremadura, Andalucía, Castilla y León y Galicia han sido las más perjudicadas por el fuego, se han quemado ya cerca de 14.000 hectáreas y miles de personas han sido desalojadas de sus viviendas de forma preventiva por las llamas que han estado tan cerca de sus hogares.