A los problemas de mal servicio de energía, invasión del espacio público del barrio La Granja, se sumó la inseguridad que se tomó el sector.
De acuerdo con los vecinos que residen en este populoso barrio de Valledupar, se volvió costumbre que los dueños de lo ajeno se apoderen de todo lo que vean mal puesto, y de los contadores de gas que se encuentran instalados en las puertas de las residencias.
Nina Escobar, habitante del barrio La Granja, es una de las vecinas afectadas con esta situación, ya que el contador de gas de su residencia fue hurtado este domingo, mientras que a un vecino suyo le han hurtado tres veces el medidor, lo que se convierte en un negocio no solo de los delincuentes, sino para quienes les compran estos medidores hurtados, los llamados a la empresa Gases del Caribe son frecuentes para la instalación de un nuevo medidor lo que nos viene afectando económicamente.
Dijo Escobar que esta es una banda la que se dedica a estos hurtos desde hace varios meses, y pese a las denuncias, no observan operativos que permitan evitar este tupo de hechos que ha creado zozobra entre quienes residen en el barrio La Granja.